Hola a todos
Ya hacia tiempo que rondaba por mi cabeza la idea de contaros la maravillosa experiencia que tuve el día que se me ocurrió hacerme un vaso de zumo con cuatro o cinco mandarinas clemenules. La verdad que desde entonces se ha convertido en mi zumo preferido.
Al zumo de mandarina, al contrario del zumo hecho con naranjas, no es necesario añadirle azúcar, ya que la mandarina contiene ya el azúcar necesario para que resulte agradable y saludable. Eso sí, cada variedad de mandarina tiene su época idónea para poder exprimirla.
Para tomar el zumo de mandarina, lo prefiero recién hecho, ya que una vez exprimido el zumo pierde muchas cualidades, tanto de sabor como nutricionales. Hagan la prueba. Exprima un vaso de zumo de mandarina y bebáselo. Posteriormente pruebe un vaso de zumo de brik (yo lo probé y me pareció horroroso).
Hay muchas variedades de mandarinas, pero os daré la opinión de las que he probado
El zumo hecho con mandarina clemenules es una gozada. Hacen falta cuatro o cinco para llenar un vaso, pero es un zumo que vicia.
Zumo hecho con mandarina clemenvilla, esta muy rico, y cuando lo bebes tiene un tacto fresquito, como si hubiera estado en la nevera. Hay ocasiones en las que con dos mandarinas llenas un vaso. Sorprendente!
Zumo hecho con mandarina hernandina, ideal para quien le guste el zumo dulzón, ya que es una mandarina con cero acidez, aunque más vaga en zumo.
Zumo hecho con mandarina ortanique, es un zumo un poco más ácido, aunque cuando la mandarina esta muy madura no tiene nada que envidiar a las demás.
Si quieres sentir esta experiencia tomando zumo de mandarinas, conviene que estas sean lo más frescas posible, ya que en muchas ocasiones las mandarinas que se venden en los supermercados ni se sabe de que clase son ni cuanto tiempo hace que van rodando por el mundo.